Dentro del Laberinto - No tienes poder sobre mi
- Danzoo
- 7 oct 2020
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 5 nov 2020
Labyrinth

Título original: Labyrinth
Títulos Alternativos: Dentro del Laberinto (España), Laberinto (Hispanoamérica)
País: Estados Unidos
Año: 1986
Género: fantasía, misterio, aventura, musical
Duración: 101 min
Dirección: Jim Henson
Guión: Terry Jones
Producción: The Jim Henson Company Lucasfilm
Música: Trevor Jones y David Bowie
Reparto: David Bowie como Jareth.
Jennifer Connelly como Sarah Williams.
Toby Froud como Toby Williams.
Christopher Malcolm como Robert Williams.
Shelley Thompson como Irene Williams.
Natalie Finland como Hadas del laberinto.
Shari Weiser y Brian Hensen (también voz en inglés) como Hoggle
Rob Mills y Ron Mueck (también voz en inglés) como Ludo
Dave Goelz, David Barclay y voz David Shuaghnessy como Didymus
Sinopsis: Una jovencita fan de un cuento de hadas, pide un deseo a los goblins y estos se lo cumplen. Ese deseo es que se lleven a su hermanito pequeño lejos de ella. Para que no lo moleste mas. Aunque su deseo no era en serio, el rey de los goblins se lo concedió. Y ahora tendrá solo una oportunidad para ir a buscarlo en el castillo del rey ella sola.
Resumen del Argumento: (Aviso, lo que sigue a continuación contiene spoilers)
Sarah Williams, estaba jugando fuera en el parque del pueblo, cerca de un antiguo castillo. Ella es fanática de los cuentos de hada, en especial de uno que se llama "The Labyrinth" y recita líneas del cuento a modo de rol, aunque siempre le cuesta la parte final. De repente oye las campanadas y se da cuenta que está llegando tarde a su casa. Mientras comienza a llover, su madrastra la está esperando en el cobertizo. Pero se ve un poco molesta. Es que Sarah llegó una hora tarde y tenía una cena con el padre de Sarah. En una discusión Sarah hace un berrinche y se va a su habitación, aunque un poco suave su padre intenta hablar con ella. Pero Sarah no quiere hablar. A lo que su padre, le avisa que ya dieron de comer a su hermanito y que ya está en su cuna. Claro, como hermana mayor Sarah tenía el deber de cuidar a su hermanito pequeño Toby. Pero ella no estaba feliz. No le gustaba la idea que esté atada a lo que su madrastra le diga y a soportar los llantos de Toby, que estaba en la cuna sin poder dormir. Sarah molesta comienza a contarle una historia rápidamente: El Laberinto.
Había una vez una preciosa jovencita... a la que su madrasta obligaba a quedarse en casa con el bebé. El bebé era un malcriado que quería todo para él y la jovencita era prácticamente una esclava. Pero lo que nadie sabía era que el rey de los duendes se había enamorado de la jovencita y le había dotado de ciertos poderes. Así que una noche en la que el bebé le había dado mucho la lata, llamó a los duendes para que le ayudasen. Escuchad. "Di las palabras correctas", dijeron los duendes. "Y nos llevaremos al niño a la ciudad de Goblin y tú serás libre". Pero la chica sabía que el rey de los duendes se quedaría con el bebé y lo convertiría en un duende. Así que la joven sufría en silencio. Hasta una noche, en la que cansada y herida por las palabras de la madrastra no pudo aguantarlo más. "Voy a decir las palabras" dijo... "No, no debo decirlas. No debo decir..." rumiaba... en ese momento Sarah comenzó a titubear al hablar, realmente estaba como indecisa.

"Deseo... Deseo..." vacilaba. Los goblins comenzaron a oírla a través del espejo. Hasta que lo dijo: "¡Ojalá vinieran los goblins y te llevaran lejos!" Luego de decir las palabras, Sarah dejo en su cuna a Toby y apagando las luces salió de la habitación. Pero al dar un par de pasos repentinamente Toby deja de llorar. Hay silencio en la casa y Sarah se apresura a ver en la cuna del bebé. Pero no está, goblins por toda la habitación corretean mostrándose y escondiéndose a cada momento. Como para confundir a Sarah. Entonces en un estruendo proveniente del cielo, la ventana se abre y entra un hombre. Es Jareth el rey de los goblins. Asustada pero decidida Sarah se da cuenta de quién es, y ella misma desvela su identidad sin preguntarle. Jareth le ofrece una bola de cristal. Con la cual podría olvidar cualquier recuerdo de haber tenido un hermanito y ser feliz. La oferta a las primeras era tentadora. En la mano de Jareth una bola de cristal iba y venía. Solo con tomarla ella estaría aceptando. Pero Sarah no hablaba en serio, ella quiere a su hermanito y no acepta. Le pide que se lo devuelva inmediatamente, pero Jareth no acepta. Así no era el trato y que lo hecho, hecho está. Pero Sarah insiste. Entonces, el rey de los goblins le dice que si ella es capaz de llegar al castillo, podrá recuperar al bebé.
Decidida, Sarah se dirige al castillo. Pero está rodeado por los muros de un laberinto. Cerca de los muros, ve a un duende que está matando hadas. A Sarah no le gusta lo que hace, pero necesita referencias. Le pregunta por donde está la puerta. A lo que este duende de nombre Hoggle le responde con una pregunta. Y le aclara que siempre hay respuestas para preguntas precisas. Entonces tomando el consejo Sarah pregunta específicamente como puede entrar al laberinto. Hoggle le indica una puerta y ella entra. Pero hay algo raro en el camino inicial. A lo que nuevamente Hoggle le dice que no hay que dar nada por sentado si algo se ve igual talvez no sea así. Sin entender del todo el consejo, comienza a recorrer un largo pasillo por mucho rato. Hasta que un poco resignada se sienta al costado. Una oruga le saluda y confundida Sarah le responde. Aunque la oruga quiere sacarle conversación, ella le pregunta si sabe por dónde hay una entrada por ese pasillo tan largo. Ya que no ve esquinas ni puertas. "¿de qué hablas? Adelante tuyo hay una entrada" le dice la oruga. Sin querer creerlo realmente, Sarah se acerca a la pared alzando las manos y en una ilusión óptica puede seguir adelante. Agradecida, Sarah se despide de la oruga y continua avanzando. Al llegar a una bifurcación pierde mucho tiempo, porque criaturas que viven en el laberinto le modifican pistas, la hacen pasar por pruebas tipo acertijos y complican todo para que no llegue. Hasta que Sarah resuelve un acertijo y al avanzar cae a una mazmorra, un lugar que donde la gente entra y normalmente se pierde para no ser recordada jamás. Pero hay alguien metido en esa mazmorra. Hoggle enciende una luz y le dice que la va a ayudar a salir. Sin embargo, la perspicaz Sarah le pregunta porque tiene tantas ganas de ayudarla. Hoggle se pone nervioso y trata de esquivar las preguntas de modo poco certero. Pues era cierto, Hoggle había sido enviado por el rey goblin para que no llegara. Y como Hoggle le temía siempre obedecía lo que le ordenaba. Comprendiendo Sarah que Hoggle quiere ayudarla a salir del laberinto llevándola al inicio, le propone un trato. Hoggle siempre lleva un juego de pequeñas joyas en su cinturón, ya que le gustan mucho. Sarah le ofrece una pulsera de plástico a cambio de que le ayude a llegar lo más lejos posible. Aunque no sea llegar al castillo estaría bien. Fácilmente tentado, Hoggle acepta y abriendo una puerta secreta, la guía por unos pasadizos. Pero Jareth está atento al movimiento de su cobarde lacayo y sabe que Hoggle la está ayudando. Haciéndose presente ante ellos Jareth interroga a Hoggle y él confiesa de que la estaba tratando de engañar para cumplir su deber para con el rey. Sarah oye todo se enoja e increpa al rey. En respuesta, el rey envía a una "maquina limpiadora" por los pasadizos. Teniendo que huir Hoggle llama rápidamente a Sarah y logran evadir la máquina de aspecto mortal. Sarah le pregunta a Hoggle que era todo eso, y porque quería romper el trato. Pero Hoggle le explicó que el era un cobarde y que solo obedecía por miedo al rey y para cumplir el trato, debia decirle al rey lo que quería escuchar. Sin mas opciones Sarah siguió a Hoggle por unas escaleras a la superficie. Fuera de la mazmorra, apenas habian avanzado desde donde ella se había quedado.
Más adelante conoce a algunos extraños personajes que se convertirán en sus amigos. El primero es Ludo. Un monstruo muy grande que fue atrapado en una trampa por unos guardias duendes y lo estaban molestando. Sarah lo salvó y se hicieron amigos de inmediato. Ludo tiene el poder de mover rocas y mucha fuerza. Luego aparecerá Didymus, un pequeño zorro/perro que cuida un puente que atraviesa el pantano del hedor. Del cual nadie pasará sin su permiso. Didymus lucha contra Ludo y simpatiza con el grandote. Ya que hacía tiempo no hallaba alguien digno contra quien pelear, Didymus decide que ahora Ludo y él serán como hermanos.

Finalmente, Sarah le pide permiso para pasar por el puente y este guardián de estrictas ordenes se lo concede...
Avanzando aun más todos juntos, llegan a la entrada de la ciudad de los goblins. Donde luchan contra muchos soldados del rey. Con Didymus dando vueltas por todos lados distrayendo a los guardias y las piedras mágicas de Ludo, vencen a gran parte de los guardias y entran al castillo. Pero al entrar, Jareth no estaba, tampoco su hermanito. No había nadie dentro, aunque había mucho desorden en el gran salón del trono no había nadie. Mirando hacia un balcón, Sarah le dice a sus amigos que ella debe avanzar sola. Porque así debía de ser. Ellos la hicieron prometer que si los necesitaba que no dude en llamarlos. Sin titubear, Sarah les dice que así será. En un enfrentamiento cara a cara. Jareth no lucha contra ella con fuerza física. El sigue intentando ofrecerle la esfera de cristal. Para que ella se deje de gobernar por él. Para que lo ame, para que estén juntos. Pero logrando superar un último laberinto, este tiene las escaleras volteadas y hay varias entradas. Jareth los domina y tiene al pequeño Toby secuestrado allí. Y en unos pocos minutos el hechizo goblin surgiría efecto en el pequeño y se convertiría en uno de ellos. Sarah corre por varias escaleras hasta que puede estar lo mas cerca posible de Toby y salta directamente a él al vacio. Sarah recuerda unas líneas finales del cuento que lee siempre y enfrenta al rey goblin dicendo: "A través de peligros indecibles e infortunios innumerables he llegado aquí, al castillo más allá de la ciudad de Goblin para llevarme de vuelta al niño que has robado. Porque mi voluntad es tan grande como la tuya, y mi reino igual de poderoso. Porque mi voluntad es tan grande como la tuya, mi reino tan grande como el tuyo. No tienes poder sobre mí."
Venciendo la voluntad del rey Jareth, vuelve a al mundo real habiendo salvado a su hermanito. Y comprendiendo que todas las cosas a las que se aferran no son tan importantes en realidad como el amor que tiene por su familia. Compartiendo para empezar uno de sus peluches favoritos a su hermano. De algún modo sigue teniendo conexión con el mundo fantástico Sarah siempre estará con sus amigos. Y siempre estarán juntos y alegres cantando.
Protosecuela: No tiene.
Secuela: No tiene.
Valoración personal: 3 Un poco interesante. Para un público juvenil tal vez. En una época en la que estaban muy de moda las marionetas, lo grotesco y lo divertido se juntan en personajes de a momentos muy carismáticos. Uno se puede llegar a encariñar con algún personaje. Eso está bien logrado, un argumento cuestionable donde se obvian muchas cosas que no se llegan a explicar pero se da a entender que los personajes lo saben simplificando el guion. Un clásico recomendado para pre adolescentes y para nostálgicos adultos.

A favor: Para su época se ha de destacar los efectos especiales por computadora. El maquillaje soberbio y las escenografías increíbles. De los más alto en toda la película.

En contra: Aunque fuera David Bowie quien estuviera, realmente esperaba algo más a nivel musical. Pareciera que no explotaron todo el potencial que pudiera tener, ya que en sus video clips parece tener como un plus extra que en la mayor parte de ese tipo de escenas no se llega a degustar. Por otra parte, la historia tiene sus buenos reveses pero en varias partes las simplifican tan rápido que todo las vueltas que dieron en 20 minutos para lograr algo de repente lo resuelven en 2 segundos
Curiosidades:
La película fue un fracaso de taquilla en el año de su estreno, 1986, de hecho supuso una gran depresión de Jim Henson quien no volvió a filmar otras películas después de ésta. No obstante Dentro del Laberinto halló una segunda vida muy próspera en videoclubs y reposiciones en televisión, convirtiéndose con el tiempo en uno de los clásicos de culto más queridos de los 80.
El traje y la cabeza animatrónica del enano cascarrabias Hoggle desaparecieron durante un traslado en avión, dándose por perdidos durante años, hasta que en 1997 apareció en la oficina de equipaje no reclamado del aeropuerto de Scottsboro, Alabama. Desde entonces, Hoggle es la "mascota no oficial" del museo de dicho centro, donde se encuentra expuesto al público.

La escena final del enfrentamiento entre Jareth y Sarah está inspirado en el cuadro del pintor M. C. Escher. El cuadro "Relatividad", que es muy conocido, y representa una especie de lugar fantástico, una casa o castillo, en el que las tres dimensiones van intercambiándose el papel de arriba-abajo, izquierda-derecha, delante-detrás. El dibujo parece estar presidido por escaleras que son subidas y bajadas por individuos anónimos, pero no hay una dirección para subirlas o bajarlas, sino que la referencia es relativa a cada individuo: para cada uno de ellos la perspectiva arriba o abajo, izquierda o derecha, delante o detrás, es diferente. El castillo se abre en arcos y balcones a un exterior que también es distinto en cada perspectiva, haciéndolo imposible de conciliar para la imaginación de los que observamos la escena.
Ya sabes. Si quieres contarnos algo de esta película
u otras que recuerden pueden hacerlo en la caja
de comentarios. ¡Los estaremos leyendo!
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