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El exorcista - ¿Cuál es el propósito de la posesión?

  • Foto del escritor: Asilem
    Asilem
  • 8 dic 2020
  • 5 Min. de lectura

El exorcista

El exorcista


Obra de William Peter Blatty

Publicado en 1971


Género: Terror, Intriga


Sinopsis:

Una niña de apenas once años que sufre terribles transformaciones, sobre todo en su comportamiento. Ni médicos ni científicos ni psicólogos son capaces de hallar la causa de tal estado. Paulatinamente todo lleva a la hipótesis de que la niña está poseída por fuerzas demoníacas. Ha llegado el momento para el implacable rito que enfrenta a exorcista y demonio en un duelo mortal.


Valoración Personal: 6 - Excelente narrativa. Realmente logra que te intereses por todas las opciones y teorías que se barajan para explicar lo sucedido y se vuelve escalofriante lo real y actual de la situación. Aunque faltó profundizar más la personalidad de los protagonistas femeninos, nos encontramos con muchas escenas o descripciones que son tétricas y bastante crudas sin necesidad de exagerar, se nota que cada una tuvo una buena preparación y no fueron puestas de la nada o de forma forzada. Para ser la llave de lo que fue una nueva cultura del género terror lo recomendamos con todas las estrellas.



Reseña: (Valga la aclaración, puede contener spoilers)

Resulta curioso que, aunque debatimos constantemente sobre la existencia del Creador, pocas personas diverjan acerca de la presencia del maligno en nuestras vidas. En una época de grandes progresos científicos, continuamos sintiéndonos atraídos por lo inexplicable, lo esotérico, lo obscuro, lo prohibido… Y todo con un sentimiento de veneración obsesiva de convertirlo en algo positivo, menospreciando la precaución que desde el vamos lo hace peligroso.

A finales de agosto de 1949, William Peter Blatty se obsesionó con un reportaje publicado por The Washington Post sobre Robbie Mannheim, un joven de catorce años que, durante seis semanas, había sido sometido a numerosas sesiones de exorcismo para expulsar un demonio que había poseído su cuerpo. Su curiosidad se incrementó al conocer que uno de los sacerdotes responsables era profesor en el campus de Georgetown, el padre William Bowder, a quien escribió repetidas veces solicitándole una entrevista personal. Si bien, el sacerdote se negó a esta petición, informó a Blatty de la existencia de un diario pormenorizado de los hechos acontecidos aquel abril.

Los documentos estaban custodiados en la sede de la orden de Jesús en Nueva York y Battly consiguió acceder a ellos. Impresionado por el testimonio de los tres párrocos, decidió escribir una novela de ficción con algunas diferencias personales siendo que no tenía más testimoniales que dichos documentos para conferirle más veracidad a los sucedido pero suficiente para describir aquella intensa batalla contra el mal, que poco más tarde además sería llevada a la pantalla grande como la película más terrorífica de todos los tiempos.

Después de terminar una excavación arqueológica en la antigua Nínive, el sacerdote jesuita Lankester Merrin se prepara para abandonar Irak y regresar a los Estados Unidos. Sin embargo, mientras revisa los artefactos recogidos recientemente descubre un amuleto con la cabeza de Pazuzu, un demonio, hijo del dios del mal, personificación del viento y considerado portador de las tormentas y de la enfermedad. Esto llena al anciano sacerdote Merrin de una extraña premonición quien finalmente se va a casa con la plena convicción de que pronto enfrentará a un antiguo y ya conocido enemigo. (ಥ⌣ಥ)


En tanto, en Washington DC, la estrella de cine y madre recientemente divorciada, Chris MacNeil, ha alquilado una casa al otro lado de la calle de la Universidad de Georgetown para vivir con su hija, Regan, de once años, mientras acontezca la filmación de las escenas donde actúa en el papel protagónico de una profesora de psicología.

Entre todos los juguetes y pinturas de Regan, hay una tabla de Ouija, la cual es utilizada por la niña para componer y aprender palabras. Cierto día comienzan a escucharse ruidos en los tejados y golpes en la pared, pero adjudicándolo a posibles ratas en el techo, Chris no les da mucha importancia; su sirviente se encargará de ellas. Pronto, a estos ruidos se suman muebles que se “mueven solos” durante la noche y, lo peor de todo, una brusca alteración en el comportamiento de la niña (el cual no se apreciará del todo en vista de que es eclipsada rápidamente por la posesión). Regan sufrirá pesadillas constantes, incontinencias, mal lenguaje y varias otras actitudes impropias de la niña. Chris piensa que su hija se comporta de dicha manera al sentir culpa por la separación de sus padres, ya que incluso se ha creado un amigo imaginario, Capitán Howdy, que se contacta con ella a través de la tabla de Ouija. Al caer su cumpleaños número doce, Regan empeora, ya no parece ser ella, se vuelve violenta, con una fuerza sobrehumana, gritando e insultando casi todo el tiempo. Chris decide que su hija sufre una verdadera enfermedad mental, que no sólo es para llamar la atención y decide que necesita consultar con un médico amigo, Marc, ya que después de perder a su hijo Jamie de tres años, Chris había dejado de confiar en los especialistas de la salud pero este le deriva a alguien de confianza, el doctor Samuel Klein.

Luego de muchas consultas a profesionales de la salud mental, la madre ya esta no convencida de las especulaciones psiquiátricas, cuando Burke Dennings, el director de la película que ella protagoniza, es encontrado muerto en la parte inferior de un tramo de las escaleras de su casa. El teniente William Kinderman informa que Burke fue lanzado por alguien con fuerza extrema y Chris, dándose cuenta de la situación de su hija, decide mantenerla atada en la cama de su cuarto. Cuando el rostro de su hija sufre deformaciones sabe que la “cosa” en la habitación de su hija no es Regan y se convence de que el amigo imaginario de Regan, es quien la obliga a comportarse de esa manera y que no es precisamente algo creado por su mente y a pesar de profesarse como atea decide acudir a un especialista en exorcismos y solo cuenta con el padre Damien Karras, psiquiatra jesuita que sufre una crisis de fe. ヽ(゚Д゚)ノ

No pudiendo negarse a las suplicas de una madre desesperada busca pruebas para conducir un exorcismo, pero durante su investigación se da cuenta de que no hay mejor manera de que Dios pruebe su propia existencia que revelar la presencia repugnante de un demonio. Al ser psiquiatra y no creer en el mal, veremos cómo se mantiene escéptico en un principio, alegando fuertemente que todo se trata de una enfermedad mental. Realizará varias pruebas médicas “caseras” en Regan (además de las ya realizadas en las clínicas) pero poco a poco cada una será descartada, agotando las posibilidades médicas y no entendiendo los resultados que dan estas mismas (que al final, para el lector, obviamente todo tiene sentido). Hasta que una madrugada, contactado por Sharon, la secretaria de Chris e institutriz de Regan, esta le apremia para concurrir a la casa y mostrarle que mientras el cuerpo de la niña descansaba aparecía la palabra “ayúdame” con la letra de Regan, manifestación que hace que Karras no pueda negar más la necesidad de un exorcismo y presenta todo lo experimentado y recaudado como prueba para llevar a cabo el procedimiento, el cual es aprobado en el mismo día para ser llevado a cabo por Merrin y asistido por Karras como psiquiatra.

Durante el exorcismo los sacerdotes deben soportar al inteligente demonio que invade sus mentes y los manipula vilmente. Ambos padres mueren, pero Karras antes logra sacar al ente de Regan provocándolo para que lo posea a él mismo. Una vez conseguido, se lanza por la ventana, evitando así ser el nuevo vehículo del demonio para llevar a cabo sus fines.

Hasta aquí tenemos una obra que podría considerarse basada en un hecho real. Una década después Blatty publicó una continuación pero bajo otro género y totalmente ficticio por lo que lo trataremos a parte en otra entrada para mayor disfrute (•◡•) /


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Nos leemos pronto.



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