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La Cabaña - Donde la tragedia se encuentra con la eternidad

  • Foto del escritor: Asilem
    Asilem
  • 15 oct 2020
  • 4 Min. de lectura

La cabaña


La cabaña

Obra de William Paul Young

Publicado en 2007

Género: Misterio, Suspenso, Thriller, Literatura cristiana, Ficción religiosa

Sinopsis: Una agradable excursión familiar se transforma en tragedia cuando Missy, la hija pequeña de Mack, desaparece. Ante la evidencia del asesinato de la niña, el padre reaccionará rebelándose frente a Dios, ante lo que considera una radical injusticia. Transcurridos tres años, Mack recibe una extraña carta, firmada por Dios, que le conmina a reunirse con él en el lugar donde la niña murió. A pesar de lo aparentemente absurdo de la situación, acude a la cita y tiene un peculiar encuentro con un hombre y dos mujeres, personificaciones de Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo. Tras permanecer un tiempo en su compañía y exponer su indignación y sus dudas, la reflexión de Mack acerca de lo ocurrido cambia por completo; acaba perdonando al asesino de su hija y asumiendo serenamente el designio divino. Dios le muestra el lugar donde se encuentra el cuerpo de Missy, lo que permite a la policía descubrir al asesino. Aborda de manera novedosa el misterio de la Trinidad. Una original reflexión teológica. Enorme éxito de ventas en el mercado anglosajón.

Valoración Personal: 6 - Un libro con una introducción lenta pero con un avance apasionante donde un personaje muy bien desarrollado comienza a encontrarse con respuestas a preguntas que todos nos hemos planteado y cuyas respuestas te desarman de una manera muy digna. Muy recomendable aunque no para cualquiera ya que es un poco duro de leer para gente muy apasionada por la religión.


Reseña: (Valga la aclaración, puede contener spoilers)

La cabaña cuenta la dramática experiencia que viven Mack, el protagonista, y su familia, compuesta de su esposa Nann y sus tres hijos, Josh, Kate y Missy.

El último día de una excursión familiar a los bosques de Oregón que hace Mack con sus tres hijos desaparece Missy, la hija más pequeña, de seis años.

Josh y Kate querían dar un último paseo en canoa mientras Mack levantaba el campamento. Y en un descuido al querer saludar desde el rio a su padre con el remo, la canoa se da vuelta. En ese momento Mack se tira al rio para socorrer a sus hijos que se ven atrapados e imposibilitados de salir por si solos, pero al rescatarlos, descuida de su vista a la más pequeña quien antes realizaba dibujos sobre la mesa del campamento.

No se la encuentra en ningún lado. Todo parece indicar que se trata de un secuestro y tras una exhaustiva búsqueda dan con algunos datos del secuestrador que los conducen a una cabaña donde encuentran la ropa de la pequeña con sangre, y aunque su cuerpo no aparece, las circunstancias son las mismas que otras desapariciones de niñas que conducen a un asesino en serie.

Si bien Mack es una persona altamente religiosa como toda su familia, lo sucedido le provoca una profunda crisis que enturbia su relación con Dios. Durante los años siguientes a la muerte de Missy entra en un largo periodo que él define como La Gran Tristeza, pues esos trágicos hechos siguen presentes en su vida interior y en el resto de los miembros de la familia.

Tres años después, Mack recibe una misteriosa carta firmada por “Papá” (nombre con el que Nan, su mujer, designa afectivamente a Dios), que le invita a pasar un fin de semana en la cabaña de Oregón donde encontraron las ropas de Missy. Mack piensa que se trata de una broma macabra, o de una invitación del asesino y sin decir nada a nadie se presenta en la cabaña, asumiendo el absurdo de la nota recibida, del viaje y de toda la situación.

Y es aquí donde comienza propiamente la novela, pues tras esta introducción se cuenta lo principal: el encuentro en la cabaña con el mismo Dios para abordar las diferencias que los separan.

A Mack se le aparecen las tres personas de la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, cada uno con una imagen muy distinta a la que la tradición teológica y artística cristiana han figurado. El Padre (Papá) es una cariñosa y gruesa mujer negra; el Hijo, con rasgos de Oriente Medio y que oficia de carpintero moderno; y el Espíritu Santo es una joven asiática, algo etérea, que se hace llamar Sarayu (nombre hindi que significa viento).

El encuentro con las tres personas es uno de los momentos más desconcertantes de la obra, pues es el que más cuesta asimilar. Sin embargo, si se supera y acepta el choque que provoca este momento, lo que viene a continuación es un exigente ejercicio religioso y literario de intentar explicar a los lectores contemporáneos la relación de Dios entre sí y con los hombres, relación que, en el caso de Mack, está condicionada por La Gran Tristeza y por el aparente desdén con el que Dios asume la trágica muerte de Missy (“ayúdame a comprender”, dice Mack a Sarayu).

Papá, Jesús y Sarayu conviven ese fin de semana con Mack.

Salen a relucir ideas tan profundas como la reconciliación, el dolor, el perdón, la caridad y, sobre todo, el amor de Dios por cada una de sus criaturas. Y la libertad, que lleva a Dios a aceptar las consecuencias, a veces negativas, que tienen las acciones de los hombres, como sucede en el caso de Missy.

¡Chan! Es impactante su planteamiento y como desmenuza cada detalle de la esencia entera de la humanidad y del mismo Dios.

No se puede criticar a “La cabaña” exclusivamente desde un punto de vista literario, tampoco puede hacerse desde una perspectiva solamente religiosa, pues no se trata de un ensayo espiritual, ni un libro doctrinal, ni un libro piadoso, ni mucho menos catequístico. El principal acierto es que transmite a los lectores un auténtico sentimiento espiritual. Esta es su novedad.

El mismo autor comenta al final de la obra como llega a nosotros esta ficción y lo comparte porque antes de hacerse público oficialmente el libro ya se habían distribuido copias (de mano en mano) que hicieron creer que Mack era una persona real e intensamente solicitada.

Tiene una versión cinematográfica que en lo personal, si bien es bastante fiel (demasiado fiel) en los diálogos, no llega a transmitir la misma esencial que el libro. Por partes va muy lento y por partes muy rápido.

También cuenta con una segunda parte pero bajo la autoría de un amigo de Young.

Próximamente les traeremos ambos materiales.

Siéntete libre de compartir tu opinión.

Nos leemos pronto.

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